Una visita a Budapest no está completa sin explorar la ciudad de Buda. Situada en el margen occidental del río Danubio, frente a Pest, Buda forma la otra mitad de la capital húngara. A diferencia de Pest, que se encuentra en la planicie, Buda se levanta sobre colinas, ofreciendo algunas de las vistas más emblemáticas de la ciudad. Todos conocen el Distrito del Castillo en Buda, pero vale la pena conocer más sobre la colina Gellért, por lo que te invitamos a leer el resto de esta guía.

Colina de Szent Gellért (San Gerardo)

La colina de Szent Gellért es la más alta del centro de la ciudad. Situada junto al río, es famosa por su balneario y por las impresionantes panorámicas desde su cima a 135 metros de altura. Aquí te explicamos los lugares más relevantes de esta parte de la ciudad:

Colina Gellért Budapest

Vista aérea desde la colina Gellért

Balnearios Gellért

Ya sea local o turista, disfrutar de las aguas termales en Budapest es una experiencia que no te puedes perder. La ciudad, conocida como la «Ciudad de los Balnearios«, cuenta con más de 100 fuentes termales. Entre ellas, los Baños Gellért son uno de los más famosos y emblemáticos.

Inaugurados en 1918, los Baños Gellért son famosos por su arquitectura Art Deco y por sus aguas termales terapéuticas. Los baños cuentan con una gran piscina interior rodeada de columnas y hermosos mosaicos, que crean un ambiente único. Además, ofrecen una variedad de servicios como saunas y masajes.

Las aguas de los Baños Gellért contienen minerales como calcio, magnesio y sodio, ideales para tratar problemas articulares, circulatorios y respiratorios. La temperatura de las piscinas varía entre 36 y 40 grados centígrados, creando un ambiente relajante y curativo.

Entradas y más información aquí.

Iglesia en la Roca (Sziklatemplom)

Ubicada cerca de los icónicos Baños Gellért, la Sziklatemplom, o Iglesia en la Cueva, ofrece una experiencia única para los visitantes de Budapest. Esta iglesia, construida dentro de una cueva natural, se encuentra en las laderas de la colina Gellért, con una vista impresionante del Puente de la Libertad. Es de fácil acceso, ya que está cerca de una parada de tranvía, lo que la convierte en una excelente opción para añadir a cualquier itinerario turístico.

Consagrada en la década de 1920 por los monjes paulinos, la iglesia fue utilizada inicialmente para retiros espirituales y sanación, aprovechando las aguas termales de la zona. Durante la era comunista, la iglesia fue sellada tras el arresto y ejecución de su obispo, y permaneció cerrada hasta 1989. Hoy en día, es un lugar de culto e interés histórico, con una guía de audio disponible para explorar su fascinante pasado, que incluye su uso como hospital militar durante la Segunda Guerra Mundial.

Entradas y más info aquí.

Puente de la Libertad (Szabadság híd)

El Puente de la Libertad, conocido localmente como Szabadság híd, conecta los barrios de Buda y Pest a través del río Danubio. Con una longitud de 333,6 metros, este puente es famoso por su diseño Art Nouveau y su arquitectura única.

Inaugurado en 1896 como parte de la Exposición Mundial del Milenio, el puente inicialmente fue llamado «Ferenc József híd» en honor al emperador Francisco José, quien participó personalmente en su inauguración. Hoy en día, se le conoce como Puente de la Libertad debido a su simbolismo y a su restauración tras la Segunda Guerra Mundial, cuando fue destruido y reconstruido en la posguerra.

El puente conecta dos plazas clave de la ciudad: Fővám tér, hogar del Mercado Central, y Gellért tér, situada al pie de la colina Gellért. Es un lugar imprescindible para quienes visitan Budapest. Además de su belleza arquitectónica, el Puente de la Libertad ofrece unas vistas impresionantes del río Danubio y de los alrededores.

Estatua de la Libertad

El Monumento a la Libertad en Budapest se encuentra en la cima de la colina Gellért, ofreciendo una vista panorámica impresionante de la ciudad. Inaugurado en 1947, el monumento originalmente se dedicó a los soldados soviéticos que liberaron Budapest en 1945. La figura central muestra a una mujer sosteniendo una palma, símbolo de paz, y está flanqueada por estatuas que representan el progreso y el mal.

El monumento fue diseñado por el escultor húngaro Zsigmond Kisfaludi Strobl y se erige a 14 metros de altura. Durante la época comunista, fue considerado un símbolo de dominación soviética, en parte por la estatua de un soldado soviético que lo acompañaba. Sin embargo, tras la caída del régimen comunista en 1989, el monumento fue renombrado como Monumento a la Libertad, y la estatua del soldado fue retirada y trasladada a Memento Park, un parque de esculturas que alberga monumentos de la era comunista.

Hoy en día, el monumento sigue siendo un sitio histórico popular, no solo por su imponente diseño, sino también por la historia que representa. Desde su base se tiene una vista espectacular de Budapest, incluyendo el Puente de la Libertad y el río Danubio.

Szabadság híd

Puente de la Libertad

Ciudadela de Buda

La Ciudadela se erige en la cima de la colina Gellért, en el lado de Buda, ofreciendo una de las mejores vistas panorámicas de Budapest. Construida en 1854 por la Casa de los Habsburgo, originalmente como un fuerte militar para vigilar la ciudad, la Ciudadela tiene una arquitectura imponente y una historia fascinante.

Desde su construcción, ha pasado por varios usos, incluido su rol como punto de defensa durante las tensiones del siglo XIX. Tras la Revolución Húngara, el monumento fue un símbolo de la dominación del Imperio Austrohúngaro. Aunque en su momento fue considerado un símbolo de opresión, hoy se ha convertido en una de las principales atracciones turísticas de la ciudad.

El acceso a la Ciudadela es fácil, con varias rutas de senderismo desde el río Danubio, pasando por áreas boscosas y ofreciendo excelentes vistas durante el recorrido. Una vez en la cima, se puede disfrutar de una vista impresionante del Parlamento, la Basílica de San Esteban, el río Danubio y el corazón de Budapest.

Estatua de San Gerardo

San Gerardo Sagredo, o Gellért en húngaro, fue un monje benedictino italiano que desempeñó un papel crucial en la cristianización de Hungría en el siglo XI. Fue enviado al país por el emperador del Sacro Imperio Romano, y más tarde se convirtió en obispo de Csanád. Hoy en día, San Gerardo es considerado uno de los santos patronos de Hungría.

La estatua, erigida en 1904, conmemora el lugar donde San Gerardo encontró su trágico final durante una revuelta pagana en 1046. Según la leyenda, fue arrojado en un barril con clavos y rodado por la colina. La estatua de 12 metros de altura muestra a San Gerardo sosteniendo un crucifijo, con una expresión serena y victoriosa, mientras que a sus pies, una figura de un húngaro mira hacia él con respeto. El monumento está rodeado por una elegante columnata semicircular y una pequeña cascada artificial.

La Estatua de San Gerardo no solo es un símbolo de la fe cristiana, sino también un recordatorio del sacrificio y la perseverancia que marcaron los inicios del cristianismo en Hungría.

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